El cielo del sur, desde La Palma
Mirando al sur, desde la Caldera de Taburiente.
Tenía toda la razón Mafalda (si mal no recuerdo) cuando desde Argentina decía que era una injusticia que pusiéramos el globo terráqueo con el Sur siempre hacia abajo.
Pero el cielo ha sido generoso con los habitantes del hemisferio Sur. El centro de la Vía Láctea, la zona entre Sagitario y Escorpión, que es la más bonita del Universo visible desde la Tierra, está al sur del ecuador celeste. Mafalda podía verlo muy alto en la bóveda celeste (como en la primera foto de esta entrada), mientras que los habitantes del norte tenemos que conformarnos con verlo muy bajo, a ras de horizonte... casi a hurtadillas.
De modo que otra razón para irse a hacer turismo astronómico a La Palma (además de las principales que son la ausencia de contaminación luminosa y la claridad del cielo) es que está bastante más al sur que la Península y que el resto de Europa. Sin llegar a estar en el hemisferio Sur, los 28 grados Norte de La Palma suponen una diferencia considerable frente a los 42 grados Norte del Pirineo. Estos 14 grados permiten que el centro de la Vía Láctea se vea más alto -y por tanto, mejor- en La Palma. Y que algunas estrellas que no son visibles desde la Península si que lleguen a serlo desde el Roque de los Muchachos.
Yo era más o menos consciente de esto y estando en la Caldera de Taburiente, a la espera de que la Vía Láctea terminase de amanecer para poder hacer la foto que yo quería, di un vistazo hacia el Sur a ver que podía verse.
No puedo presumir de ser un gran conocedor del cielo pero si que me pareció que había algo inusual, dos estrellas juntas y brillantes junto al horizonte. Me decía un amigo, que no es aficionado a la Astronomía pero que es observador y tiene un gran sentido de lo que son las cosas, que en el hemisferio sur al mirar al cielo lo vemos diferente. Incluso desde las ciudades puede verse claramente la Cruz del Sur, que inmediatamente llama la atención aunque no sepamos que es. Los primeros navegantes europeos en llegar al sur de América debieron mirar cada noche con asombro y temor al cielo desconocido que abría ante sus ojos, como comentaba aquí.
No puedo presumir de ser un gran conocedor del cielo pero si que me pareció que había algo inusual, dos estrellas juntas y brillantes junto al horizonte. Me decía un amigo, que no es aficionado a la Astronomía pero que es observador y tiene un gran sentido de lo que son las cosas, que en el hemisferio sur al mirar al cielo lo vemos diferente. Incluso desde las ciudades puede verse claramente la Cruz del Sur, que inmediatamente llama la atención aunque no sepamos que es. Los primeros navegantes europeos en llegar al sur de América debieron mirar cada noche con asombro y temor al cielo desconocido que abría ante sus ojos, como comentaba aquí.
Desde cerca de Valparaíso, Chile, se puede ver toda la Cruz del Sur, y más abajo, a los lados del árbol seco, las Nebulosas de Magallanes.
Yo tuve que sacar el programa de planetario que llevo en el teléfono para confirmar que en efecto aquellas dos estrellas eran parte de la mítica Cruz del Sur. Rápidamente monté el trípode y saqué esta foto (hecha el 24 de Marzo a las 3:43 hora de las Canarias). Ya en casa, mirando la foto, he encontrado también la no menos mítica Alpha-Centauri, que en realidad es una estrella triple. Una de las tres estrellas que aquí aparecen como un solo punto amarillento es la más próxima a la Tierra, Próxima Centauri, a unos 4 años luz. Allí viajaban, invariablemente, los cosmonautas en las novelas rusas de ciencia ficción que yo leía cuando era un niño.
Pero a todo esto ¿como es que las 90.000 personas que viven en La Palma, sin contar con la considerable infraestructura turística que hay en la isla no generan más contaminación luminosa? Observen que se ven las luces de lo que deben ser Los Llanos de Aridane, pero que estas luces no suben hacia el cielo como si lo hacen en todas las ciudades de la Península. ¿A que se debe este portento? ¿Es que acaso los pobres habitantes de La Palma deben vivir en la oscuridad para que los sabios puedan jugar con sus telescopios? Nada de eso, la respuesta es sorprendentemente sencilla, y les hablaré de ella en otra entrada.
Por cierto: los nombres de las estrellas y los objetos celestes son una curiosa mezcla de griego, árabe, latín e inglés (que han sido, sucesivamente, las lenguas de la ciencia a lo largo de la historia). En estos mapas los he mezclado todos y los más observadores notarán por lo menos una incoherencia, que dejo como ejercicio.
Sean felices, a pesar de todo.
Comentarios
...y si somos felices,...es porque sí,... :)
(siempre quise, en el pasado,... que me explicaran 'con fe y ciencia',... el 'mecanismo' de una simple brújula)
Fantástico, Manel,...a pesar de todo,... :)
Besos.
B.N.C.M.
Saludos
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