Simpatía por Van Gogh
Esta mañana en la tele hablaban de la exposición "Devorar París", de Picasso, en el Museo Picasso de Barcelona y por la tarde hemos podido visitarla. Es muy recomendable.
De 1900 a 1906 Picasso pasó de ser un ambicioso joven de 19 años que llegaba a París a convertirse en un artista consagrado. Picasso, literalmente, devoró París y a todos los pintores que le habían precedido. "Como una serpiente que se comiera un ciervo, y lo guardase en algún lugar de su interior para después utilizarlo en algún detalle de su obra", han contado en el documental de la tele. Entre los ciervos devorados por Picasso, está Van Gogh. Van Gogh empezaba a ser valorado y admirado, ya muerto, en ese París de 1900. Más tarde, Picasso llegó a decir que "La gente no entiende que yo soy Van Gogh". Yo soy uno de los que no lo entiende.
A mi me da la sensación de que desde el primer momento Picasso se proyectó hacia el futuro, organizando hábilmente su carrera no solamente para el presente si no para la posteridad. Era un genio, lo sabía, y pudo permitirse inventar no uno si no varios lenguajes.
Por el contrario, yo diría que Van Gogh nunca supo que él estaba destinado a ser Van Gogh, y no tuvo la necesidad de recorrer toda la historia del arte para encontrar su lugar. Ni hubiera podido.Van Gogh nunca se pudo someter a la autoridad, ni tan siquiera a la suya propia, ni mucho menos premeditar su carrera. Ni su vida. Mucho se ha hablado de la importancia de su innovación en la técnica pictórica pero para mi Van Gogh era principalmente un hombre que salía a pintar al campo y se embriagaba con la luz, la luz la diurna y la nocturna. "Yo arriesgué mi vida por mi trabajo, y mi razón siempre fue menoscabada", le dijo a su hermano por carta dos días después de haberse pegado un tiro. Fue tan sumamente desgraciado que después de dispararse en el pecho tardó dos días en morir.
Ahora, si pudiera resucitar, estaría sinceramente sorprendido de la importancia que le dan a su obra las personas que hacen cola ordenadamente en el museo de Amsterdam para ver sus pinturas. El, probablemente, solamente aspiró a poder vender dignamente sus cuadros. Si ahora Van Gogh estuviera de nuevo vendiendo sus cuadros en la calle, en Amsterdam o en Barcelona, volvería a ser menospreciado y de nuevo no vendería ni uno solo. Igual que Jesucristo, sería crucificado de nuevo, una y cien veces. Tener simpatía por Van Gogh es tener simpatía por todos los perdedores que lo apostaron todo a su única carta.
Pero tengan presente que yo no se nada, más que lo que habré podido vivir, y que tal vez me estoy equivocando por completo.
De 1900 a 1906 Picasso pasó de ser un ambicioso joven de 19 años que llegaba a París a convertirse en un artista consagrado. Picasso, literalmente, devoró París y a todos los pintores que le habían precedido. "Como una serpiente que se comiera un ciervo, y lo guardase en algún lugar de su interior para después utilizarlo en algún detalle de su obra", han contado en el documental de la tele. Entre los ciervos devorados por Picasso, está Van Gogh. Van Gogh empezaba a ser valorado y admirado, ya muerto, en ese París de 1900. Más tarde, Picasso llegó a decir que "La gente no entiende que yo soy Van Gogh". Yo soy uno de los que no lo entiende.
A mi me da la sensación de que desde el primer momento Picasso se proyectó hacia el futuro, organizando hábilmente su carrera no solamente para el presente si no para la posteridad. Era un genio, lo sabía, y pudo permitirse inventar no uno si no varios lenguajes.
Por el contrario, yo diría que Van Gogh nunca supo que él estaba destinado a ser Van Gogh, y no tuvo la necesidad de recorrer toda la historia del arte para encontrar su lugar. Ni hubiera podido.Van Gogh nunca se pudo someter a la autoridad, ni tan siquiera a la suya propia, ni mucho menos premeditar su carrera. Ni su vida. Mucho se ha hablado de la importancia de su innovación en la técnica pictórica pero para mi Van Gogh era principalmente un hombre que salía a pintar al campo y se embriagaba con la luz, la luz la diurna y la nocturna. "Yo arriesgué mi vida por mi trabajo, y mi razón siempre fue menoscabada", le dijo a su hermano por carta dos días después de haberse pegado un tiro. Fue tan sumamente desgraciado que después de dispararse en el pecho tardó dos días en morir.
Ahora, si pudiera resucitar, estaría sinceramente sorprendido de la importancia que le dan a su obra las personas que hacen cola ordenadamente en el museo de Amsterdam para ver sus pinturas. El, probablemente, solamente aspiró a poder vender dignamente sus cuadros. Si ahora Van Gogh estuviera de nuevo vendiendo sus cuadros en la calle, en Amsterdam o en Barcelona, volvería a ser menospreciado y de nuevo no vendería ni uno solo. Igual que Jesucristo, sería crucificado de nuevo, una y cien veces. Tener simpatía por Van Gogh es tener simpatía por todos los perdedores que lo apostaron todo a su única carta.
Pero tengan presente que yo no se nada, más que lo que habré podido vivir, y que tal vez me estoy equivocando por completo.
Comentarios
Por cierto, no me gusta Picasso.
Yo creo que Van Gogh si que trató de hacer esa apuesta, había un plan.. pero no lo pudo completar.
A mí sí me gusta Picasso y mucho.
Miró: “Te imaginas que cuando bajen nuestras mujeres del tren las veamos como tú las pintas”
Picasso: “No, qué horror. Y tú te imaginas que cuando tu mujer se entere de lo que has estado haciendo estos días en París, te de un puñetazo en la cara y te haga ver los cuadros que tú pintas”
Miró: “¿Por qué no pintaremos como Tiziano?”
Picasso: “Eso”
He tenido la suerte de ver prácticamente todas las obras originales de Van Gogh frente ami nariz.
La primera vez, cuando parte de mi vida estaba unida a Harvard, fue la más soprendente e impactante. Fue en el Museum of Fine Arts de Boston. Tenía aquella retrospectiva el acierto de incluir todas las versiones de un mismo retrato que realizó el genio. Pocos saben hay decenas de autorretratos de Van Gogh. verlos todos en un mismo lugar y en orden cronológico, explicados prolijamente por el "curator" de la exposición se convirtió enuna de las experiencias estéticas más importantes de mi vida.
Todos estas 'visitas', creo que me hicieron mejor persona.
Por otro lado a Van Gogh me lo quiero mucho.
...
Si ahora Van Gogh estuviera de nuevo vendiendo sus cuadros en la calle, en Amsterdam o en Barcelona, volvería a ser menospreciado y de nuevo no vendería ni uno solo. Igual que Jesucristo, sería crucificado de nuevo, una y cien veces. Tener simpatía por Van Gogh es tener simpatía por todos los perdedores que lo apostaron todo a su única carta.
...
...y tú eres una persona fantástica Manel.
... :)
B.T.C.M.
Besos.
Nosotros podemos disfrutar sus cuadros, su visión de la vida y los cielos nocturnos. Pocos artistas han conseguido plasmar la inmensidad de la noche y contagiarla. Inmenso.