A mi me parece que la libélula negra es la más elegante de todas. Pero es extremadamente reservada, raras veces tolera la presencia humana a menos de cinco metros. Si os acercais más, se alejará tranquilamente dando aletazos grandes y perezosos, como si tuviera las alas de terciopelo. Yo pensaba que no podía volar con más energía hasta que vi a dos machos peleando y persiguiéndose a toda velocidad. Lo que debe ocurrir es que no nos considera una amenaza especialmente grave y se marcha, pero con desgana. De todos modos, para poder fotografiarla hay que tener la paciencia de los grandes santos, incluyendo a Job (que al ser del Antiguo Testamento yo creo que propiamente no es un santo). Se llama calopteryx haemorrhoidalis . ¿Por qué el nombre de este animal tan bonito tiene que ser nada menos que haemorrhoidalis ? (en efecto, de hemorroides). Es que si os fijais, en la parte posterior del abdomen, por debajo, los últimos segmentos son rojos, como si padeciera de la triste dolencia anal
Comentarios
¿para que si no hace falta?
¿es famoso por plagiar? (lo digo sin "retintin" es la primera noticia que tengo)
...y es cierto, siempre el grito en arte nos lleva a Munch.
(un poco más, y nos atamos las muñecas a las sienes,... :)
Un beso.
B.D.C.M.
Perdonad si ofendo o molesto a alguien, no lo digo por liarla, pero.. ¿porqué no?
¿Es posible que una de las connotaciones de esta y otras esculturas fueran sexuales?
No es la primera obra ni será la última.
(aprovecho para contarte una cosa que me ha hecho gritar de felicidad,...
...de un tiempo a esta parte deseaba conocer un camaleón en libertad,
...pues esta tarde de mucho calor, un bebé camaleón se paseó de aquí para allá por mis manos y brazos,
...qué deditos y qué forma de pisar!
El grito fue después, cuando estaba sóla,...evidentemente no iba a asustar a los dos bebitos que estaban conmigo.
Tengo que contárselo también a Javier)
Nota: lo malo es que en breve tengo que hacer una visita al dentista,... :)
Un beso.
B.
Cada mañana, durante diez días, he podido disfrutar de esos dedos de Venus que habitan sobre esta entrada. También he disfrutado de la nueva vida del Ibis Eremita, que ha querido anidar junto a nuestras casas y que parece querer quedarse.
Y como no hay alegría sin tristeza, descubrí mis cactus oradados por, sin duda, algún tipo de lluvia ácida, aunque no sabría decir (por ahora) si se trata de sustancias arrastradas desde las industrias de Algeciras o si vienen de más lejos...