Las enseñanzas de la sauna
Poco me duran a mi las rutinas. Sigo acudiendo regularmente al gimnasio, pero he dejado el método del ajedrez en la elíptica para regresar a la natación. Debo contarles cual es mi nueva rutina antes de entrar en el asunto de la sauna. Antes me costaba mucho nadar. Era por que me obsesionaba en contar las piscinas. Eso suponía una enorme dificultad para mi. A la que empiezo a nadar, y mientras veo pasar hacia atrás a los azulejos, felices en el fondo de la piscina, mi mente empieza a recorrer mundos lejanos. A veces son mundos hermosos, a veces son tristes... pero entre tanto, no puedo recordar algo tan banal como el número de piscinas recorridas. Imposible saber si eran 8, 14, 22 o las 40 que me exigía para llegar a los 1000 metros. Después, un mal día observé que en recorrer una piscina de ida y vuelta, nadando crol, tardaba un poco más de un minuto. Esa fue una mala temporada: me obsesioné en mantener ese ritmo. Ponía en marcha el cronómetro y me mortificaba enormemente cada s...