El mito Tumapuru de la creación
La Camponotus.
Era el principio de los tiempos.
El mundo entero era sostenido por el gigante Evaristo. Me refiero al mundo conocido (con sus nebulosas, sus unicornios y sus escarabajos) y al desconocido, sobre el que debemos guardar respetuoso silencio (excepto para decir que es allí donde viven los números imaginarios, entre otros prodigios).
Todo era felicidad. No existía la maldad, ni el desamor, ni el mal rollo, ni las cláusulas abusivas, ni la banca. Ni el insulto, ni el abuso, ni las sectas. Gozaban hombres, mujeres, lagartijas y babuinos, todos por igual, de aquel maravilloso estado de ánimo que hoy en día solamente se consigue con ciertas pastillas que recetan los médicos.
Con las dos manos alzadas, Evaristo sostenía todo aquel primor de universo. A causa del peso, sentía un dolor inmenso, pero a sus oídos llegaban los sonidos gozosos del mundo, que era una fiesta continua y Evaristo pensaba:
-Esto pesa de la ostia pero merece la pena el esfuerzo de aguantarlo.
Un triste día Evaristo vio como una hormiga le trepaba por la pierna derecha. No era una hormiga cualquiera. Era una Camponotus cruentatus, la hormiga más grande de España, con unas mandíbulas temibles. Si la Componotus le mordiera a usted, amable lector/a, en la yema de su dedo índice, apenas notaría nada. Pero si por casualidad el mordisco fuera en la piel sensible que hay entre los dedos de la mano, seguro que soltaría (por ejemplo) la cámara que tuviera en las manos para poder librarse de la maldita hormiga.
No doy estos detalles para justificar al gigante Evaristo, que no tiene perdón, si no para que se hagan cargo de que a medida que la Camponotus iba trepando por su pierna, su preocupación fuera en aumento. Finalmente, cuando la hormiga se decidió a morder, fue justamente en el escroto (sección izquierda) del gigante Evaristo.
-Esto no voy a poder aguantarlo.
Con una sola mano procuró continuar sosteniendo el feliz universo original, mientras se palpaba tratando de dar con la hormiga para aplastarla. Pero ella, juguetona, se escondía entre los pliegues y al final, al tercer mordisco, Evaristo dijo:
-¡Xx xxxx xx Xxxx !
Y dejó caer la bandeja que contenía el mundo. Que sería, para que se hagan una idea, como uno de esos cartones adornados con papel de plata que contienen los maravillosos y carísimos tres kilos de canapés recién llegados de la pastelería para celebrar en familia algo especialmente importante.
Todos los canapés del mundo cayeron por el suelo. El universo quedó hecho un asco, y así estamos ahora: sufriendo. Llegaron la codicia y la maldad, llegaron los cabrones y las compañías de telefonía. Y la enfermedad, las castas sacerdotales y los impresos del IRPF. Pero llegaron también los problemas irresolubles, que sin ser culpa de nadie, mortifican a tanta gente. Y además, murió la hormiga.
Desde entonces Evaristo está llorando mientras trata en vano de arreglar el mundo, puesto que Evaristo es bueno, pero no omnipotente. Las lágrimas de Evaristo son los copos de nieve que caen las noches de luna llena, las estrellas fugaces que se reflejan sobre los lagos y otra cosa muy bonita que no diré para no ofender a nadie.
Dije que Evaristo no tenía perdón. ¿Ustedes podrían perdonarle? ¿Y a la Camponotus? ¿Y al mundo? ¿Y a ustedes mismos?
Comentarios
Yo perdono al pobre Evaristo, pero no perdono a la Camponotus por morirse y no empezar a morder escrotos de baqueros, berlusconis o presidentes de telefónica.
el otro día vi una metiéndose, sin motivo aparente, con una pareja de libélulas que hacían la puesta.
aquí
por supuesto, siempre pantalon largo!
Según parece a Atlas/Evaristo lo sostiene el caparazón de una tortuga. Claro, pero sobre qué se sostiene esa tortuga para que Atlas sostenga el mundo. Otra tortuga. Y debajo de esa tortuga ¿qué hay? Otra tortuga. Y así hasta el infinito, es el concepto filosófico de retroceso infinito.
Ayer hablábamos de Borges y el concepto de los dioses infinitos: “¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza?”. Siempre hay un Dios detrás de Dios y así hay infinitos dioses hasta llegar a ningún sitio.
Todo es más fácil cuando la Camponotus muerde el escroto de Evaristo/Atlas y todo se va a la mierda. ¡Ay señor señor!
-La causa primera
-El argumento ontológico de San Anselmo
-El enigmático Dieter Berglund y sus ciber-homúnculos
Después están Borges, Sant Llibori, el Pulpo Ernesto etc etc
Atlas era en realidad muy parecido a la tortuga.
Quienes son temibles en ese ámbito porque es su vocación natural y genuina, son ciertas garrapatas y especialmente Hyalomma marginatum.
Créanme, sé de lo que hablo :-(
Pantalón largo, sí, pero metido en bota de agua y/o con gomas elásticas en las perneras.
Cuando pasan de 14, he estado cerca del todo y de la nada, neti neti.
Hoy mirando un foro de Teruel al que estoy subscrito he visto una foto nocturna con unas explicaciones interesantes te las paso:
http://www.sacastello.org/phpBB2/viewtopic.php?p=2202&sid=a2907a10b6b237d8edcaa5b4dcdc5363
...lo precario del equilibrio.
Nos suena a todos y no sólo a través de mitos y leyendas.
(Me gusta cómo cuentas,...en la entrada anterior, por un momento pensé que estabas transcribiendo parte del fragmento de una novela,...te lo digo en serio,...o no tanto,... :)
Besos.
B.N.C.M.