Los Reyes Magos

Recuerdo perfectamente que mi hermana me dijo "los Reyes son los padres" y como me quedé perplejo ante una mentira tan irreverente, ella me acompañó por el pasillo tenebroso hasta llegar a la habitación de los padres, que era un lugar prohibido. Y al encender la luz vi la cama alta con la colcha de punto, las butacas y el armario ropero. Alargó la mano para abrir la puerta de madera del armario y a mi me pareció como violar el recinto sagrado de un templo. Dentro estaban las toallas pulcramente plegadas, el perfume de lavanda y los regalos de los Reyes Magos.

En lugar del arco y las flechas que yo había pedido, habían comprado una diana de velcro. Al ver la diana, que no me gustaba, pude imaginarme perfectamente a mi padre en la tienda con el arco en la mano, pensando que todas las flechas irían a parar a los ojos.

En aquel momento mis padres dejaron de ser dioses para pasar a ser personas, personas benefactoras y amadas, pero con un poder limitado.

Ayer, después de que hubiera preguntado varias veces, mi mujer le dijo a mi hijo que los Reyes son los padres. No se como lo ha encajado, no he tenido tiempo para hablar con él a solas y esta tarde me tengo que marchar de viaje.

Yo no hubiera querido participar en esta mentira. No es fantasía, la fantasía consiste en inventar mundos, pero esos mundos nunca interfieren con el real. Se hace con buena intención, pero es una mentira, la primera mentira seria que se dice a los niños, la que prepara el terreno para que después crean que las buenas acciones son recompensadas y que el mundo es un lugar justo. Pero no hacerlo implicaba adoptar una posición muy extrema, entre tanta cabalgata de Reyes y tantos amigos, primos y regalos diversos. Tuve que transigir y adaptarme a las opiniones de los demás, así es la vida.

Comentarios

Likuid ha dicho que…
Preciosa reflexión, aunque creo que seguiré participando de la mentira con mis hijos, y el máximo tiempo posible.
frikosal ha dicho que…
Así estamos, como en la escena final de "El Verdugo", cuando el joven verdugo dice que no lo hará más, y el viejo le dice que la primera vez él dijo lo mismo. Vemos las cosas como son pero poco a poco vamos cayendo, como los corderos en el fondo saben que tarde o temprano les van a degollar pero por inercia se dejan alimentar en lugar de escapar al monte.
frikosal ha dicho que…
Quiero decir, yo estoy igual.
Anónimo ha dicho que…
Yo creo que es la primera oportunidad que les damos a nuestros hijos de ejercer la mente critica. Yo no pienso contarles la verdad sino animarles a analizar los hechos de forma critica y sacar sus propias conclusiones. Hay que enseñarles a ver de forma critica hasta lo mas sagrado.

Por cierto, dicen que la iglesia ha perdonado a los Beetles que fueron condenados en su dia per decir que eran mas importantes que Jesucristo. Menuda osadia!
Joselu ha dicho que…
Recuerdo el año pasado cuando Lucía -tenía ocho años- descubrió con sus preguntas la inexistencia de los Reyes Magos, Papá Noel, el Cagatió (una costumbre catalana). Se quedó en silencio cuando se lo confirmé. Íbamos en el coche. Supongo que algo se tambaleó en ella, como el tiempo en que descubrió la muerte (a los cinco años). Quizás vio a su padre más frágil y el mundo con menos consistencia. Este es el aprendizaje de la vida. No veo que tenga consecuencias mayores el invento de los Reyes Magos.
frikosal ha dicho que…
Th,
Se niegan a afirmarlo, es como una fe que les queda de que sus padres no pueden haberles mentido. Hay que decírselo.
frikosal ha dicho que…
Joselu,

"Supongo que algo se tambaleó en ella, como el tiempo en que descubrió la muerte"

Por lo menos a mi me causó un sufrimiento importante.
Likuid ha dicho que…
Un día les dije a mi padre: Papá, en el cole me han dicho que los Reyes Magos son los padres. Él se puso blanco, sin saber qué decir, y me preguntó: ¿y tú que crees?. Yo le respondí: Que no puede ser, mamá y tú no tenéis dinero para comprar los regalos de todos los niños del mundo... Y estuve otra Navidad engañado.
frikosal ha dicho que…
Se cree por que se quiere creer, por que resulta cómodo y por el miedo a perder los juguetes. Para mi, el paralelismo con la fe religiosa es evidente.
Anónimo ha dicho que…
Han pasado 10 años, pero no olvido cuando se lo dije a mi hijo mayor. Estaba convencida de que lo sabía, el colegio, los compañeros...esas cosas. Pero no lo sabía. Se me ha quedado grabada su cara. No creo que hubiera reaccionado peor si le hubiera dicho que en cinco minutos la casa se desplomaría sobre nuestras cabezas. Lo consolé como pude, diciéndole que yo seguía teniendo ilusión por el regalo desconocido que esperaba a pesar de saberlo, que ahora él iría con papá a comprar los regalos para todos y su hermano permanecería ignorante, él era un tío mayor que estaba en "el secreto", mientras que su hermano...buff, menos mal que se fué conformando con esos argumentos.
Sí, es posible que crean que una vez que los Reyes no existen ya no habrá regalos. De hecho, al saberlo su mente le llevó a otra fuente de regalos y preguntó si el ratoncito Pérez tampoco existía. No es lo mismo que santos y cumpleaños, ahí saben que se trata de abuelos, tíos, etc, personas reales, pero estos regalos de origen mágico son otra cosa. Y estimulan su imaginación: mi hijo se pidió dormir esa noche en el salón para pillarlos y de hecho consiguió "ver" a uno: llevaba una capa roja.

Es un engaño, pero bonito. Los hay peores.
frikosal ha dicho que…
Al nuestro le dijimos que lo del ratón no era cierto pero el pobrecito siguió pensando que los reyes si.. me siento fatal.
Gise =) ha dicho que…
En Argentina los Reyes magos no son tan populares, se lleva mas el PApa Noel, es que somos asi de yanquis...beuno total que mi hermana es "evangelista" y no creen en esas cosas...por lo cual desde el principio le dijo a mi sobrino que Papap Noel no existia, yo simpre erre que erre que si, total un dia mi sobri dijo eso en el jardín sabe cunatos chicos se quedron sin ilusión a los 4 años???? LA mentiras piadosas a esas edades son sueños infantiles geniales!!!!
Besitos y vivan los reyes magos!!!!
Amig@mi@ ha dicho que…
Mi hija pequeña está empezando a no creer "la mentira" ... tengo miedo de que llegue su momento de enfrentarse a la realidad, es tan sensible...
Besos
Pantagruel ha dicho que…
Para mí mucho más duro que enterarme de lo de los reyes, ni me acuerdo cuando sería eso, fue enterarme de que mi pueblo estaba en España. Esa España tan fértil, tan gloriosa y tan victoriosa de la que nos hablaban en el cole... "Donde está España, mamá?" -pregunté- "España es esto, este pueblo está en España". Aquel día se me cayeron todos los palos del sombrajo, y ya nunca volví a rconstruirlo.
Likuid ha dicho que…
Panta... me has dejado sin palabras...
nomesploraria ha dicho que…
Por desgracia como en muchas otras cosas perdí la inocencia demasiado pronto. A mí me encantó ser partícipe de un Secreto y fingí durante años que no lo sabía. Espero que me absuelva, mi querido y egregio agrimensor.
jarta ha dicho que…
Aunque odio las mentiras, estoy a favor de este engaño. Al ser la mayor de cuatro hermanos para mi no supuso ningún trauma conocer la identidad de los Reyes Magos; es más, la posibilidad de escenificar, de convertirme en paje, y de saber algo que el resto de mis hermanos desconocían, me ilusionó más que los regalos. Lo mismo les sucedió a mis hijos. Cuando preguntan, es el momento de decírselo. No antes. Es ya un secreto ancestral, una tradición demasiado arraigada; promover la diferencia con los otros niños, en este caso, no me pareció positivo.
Los niños aprenden pronto los mecanismos de verdad-mentira; aunque quisiéramos preservar su inocencia, aunque quisiéramos ser absolutamente honestos con ellos, la vida está repleta de situaciones de este tipo, y tarde o temprano van a tener que enfrentarse a decepciones parecidas. Y espera cuando sean adolescentes....
Por cierto, yo soy de los Reyes.
Mad Hatter ha dicho que…
Dice mucho en tu favor el que te preocupes por este tipo de mentirijillas y por la fantasía.
Recuerdo que un 5 de enero de hace treintatantos años, mi hermano y yo nos relevamos para hacer guardia toda la noche, vigilando por la ventana, y nada... ni rastro de las escaleras de los camiones de bomberos que llevaron los Reyes en la cabalgata, para acceder a las casas. A partir de aquella noche, empezamos a sospechar que aquí fallaba algo.
Animal de Fondo ha dicho que…
Hay que ver lo que nos preocupamos de evitar el cambio climático, que no está en nuestra mano hacerlo y lo fácilmente que aceptamos la derrota total en lo que sí está a nuestro alcance. Como dice uno de los comentaristas, no estoy a favor de las mentiras. De ello se deduce que a mis hijos no les he mentido nunca, en nada; me parece una falta de respeto absoluta no hacerlo así. Cuando decidí no prestarme al juego de los Reyes Magos -en cuanto iban naciendo- todo el mundo me advirtió de las horribles consecuencias que eso tendría: exclusión social, infancia triste y desgarrada, traumas varios, etc. Sin embargo, me arriesgué, y pronto pude comprobar lo que la lógica ya me advertía: que no solamente no es ningún problema decir la verdad, sino que tiene infinitas ventajas. Desde muy pequeños, mis hijos han respetado el engaño de sus compañeros, sin desvelarles la verdad, porque les expliqué el motivo de que respetemos la voluntad de sus padres. Pero siempre causaron asombro, sin ningún trauma, cuando no podían evitar decir en Enero: "Nosotros no tenemos Reyes Magos".
Y comprendo que te sientas mal, Frikosal, porque creo que -con todo respeto también a tus decisiones- haces un gran daño a tus hijos. La educación consiste en permitirles que desarrollen recursos para ser felices en la realidad, no en la ficción. Y permitir que aterricen en un mundo falso, edulcorado y engolosinado, que no es el real, no sirve mas que para obligarlos a que un día desanden lo andado. Tengo más argumentos: ¿No conocéis a personas que recuerdan su infancia como la parte más maravillosa de su vida? Siempre me ha parecido una gran tragedia, porque la vida real es bella, lo que ocurre es que hay que aprender a ver su belleza y su drama, sin alienarse en la fantasía. ¿Es más bello que unos "Reyes" desconocidos regalen juguetes? ¿Más bello que el amoroso cuidado de los padres, que responde a un motivo real? Ay, pero con todas esas trampas damos entrada a la magia, no a la fantasía. Así, se es capaz de pensar, ya de adulto, que la mejor manera de conseguir que alguien te quiera podría estar en la realización de un ensalmo o en un embrujo.
No soy quien para dar consejos a nadie; pero Séneca, que sí los daba, decía: "Te enseñaré una receta para ser amado, sin necesidad de encantamientos de bruja: Si quieres ser amado, ama."
NoSurrender ha dicho que…
Es una mentira infame, sí. Yo estaba desando explicarle a mi hijo que eran los padres, porque no podía soportar mentirle así. El mundo es una mierda, falsa y cínica, gobernada por los engaños. Pero yo no quiero ser parte de eso con mis hijos.

Bastante tenemos con perder la inocencia por nosotros mismos según vamos cumpliendo años. No creo que sea necesario ese rito de desilusión infantil, la verdad.
miquelet ha dicho que…
Yo creo que esa mentira no se dice por la ilusión de los hijos, sino por el regocijo de los padres cuando ven que el niño o la niña se ha tragado esa farsa y actúa conforme a ella. Es como la diversión que provoca ver cámaras ocultas en la que los que caen en ellas viven una situación preparada por los guionistas.
Prefiero que los niños se tomen los regalos de Navidad comoun premio a su dedicación en la escuela o en su comportamiento diario.

Salud.
frikosal ha dicho que…
Estoy de viaje, que rabia no poder participar en la conversacion.. pero volver'e.. si el avion se estrellase (que Dios no lo quiera!!!), les ruego una vez m'as para los que no lo sepan, que quiero que lean este texto en mi entierro.
odette farrell ha dicho que…
Pues yo entré en ese juego... y mis hijos recuerdan con mucho cariño todo el esfuerzo que nosotros hicimos para que Papa Noel les trajera los regalos pedidos, también disfrutan mucho de los tiempos en que buscaban los huevos de pascua que nosotros habíamos pintado y escondido en el jardin. Sí la infancia es mágica y creo yo que la vida adulta también, hay cosas que me maravillan más de nuestra adultez que los mismos reyes magos...

Frikosal estaré en Barcelona :))) espero conocerte pronto!
Gise =) ha dicho que…
Friko, deja de decir cosas raras...y disfruta lo que puedas del viaje...seguro que es de curro verdad??? Besitos!!!
Sintagma in Blue ha dicho que…
Cuando yo se lo expliqué a mi hija, se echó a llorar. Le pregunté si estaba triste y me dijo que no, que lloraba de emoción porque se había dado cuenta de lo mucho que la queríamos (los Reyes se supone que no pagan, así que es menos mérito). Como todo, las cosas según se cuentan saben más dulce.
Anónimo ha dicho que…
Yo tuve la suerte, o eso creo, de que mis padres nunca me mintieran con eso. Mi madre es danesa, así que solíamos celebrar Papa Noel, y recuerdo que el día 24 por la noche, nos reuníamos todos y habríamos los regalos que nos habíamos hecho unos y otros. Era muy bonito. Aunque lo peor era irse a dormir sin haber llegado a jugar bien con los juguetes. Respeto a quienes prefieren seguir las tradiciones, pero estoy muy contento por no haber sido criado con la ilusión de una mentira.
Vicent Llémena i Jambet ha dicho que…
Yo me acuerdo aún que sentí al saberlo una cierta nostalgia de un mundo que ya no iba a ser y a la vez cierta alegría por la transgresión, pero eran aquellos tiempos en que romper y transgredir era el todo. ¿Qué le queda a un niño hoy?
Anónimo ha dicho que…
En la vida no todo es ciencia querido amigo. ☺

No recuerdo si mi mujer o mi hermana explicaba que uno de sus mayores traumas infantiles fue el día que supo y entendió que dentro de su cabeza había una horrible calavera.

Con el que no puedo es con el Ratoncito Pérez. Ese enano me trae loco. "¿Pero como ha subido a mi cama con esta caja de colores?" Y yo que sé, le respondo incapaz de venderles una teoría insostenible.
Al momento se olvida del tema y me pregunta si existen los dragones, o que ha pensado como hacer una casita de papel para mariposas, o que la profesora le ha dicho que su dibujo es el mejor que jamás ha visto.

Son de otra especie, no tengamos prisa en civilizarlos, eso si que debería hacernos sentir mal.

Mi mujer, al contrario, fabula con ellas hasta más allá de lo imaginable. A cada una según su edad. Y ellas la miran absortas, disfrutando.

En momentos así quizás funcione intentar pensar como ellos en vez de forzarles para que piensen como nosotros.

No sé, bastante tengo con ir trampeando el día a día.

Jesús A.
jarta ha dicho que…
Totalmente de acuerdo, Jesús.
Ingles Entumecidas ha dicho que…
A mi me traen siempre juguetes sexuales
jijiji
frikosal ha dicho que…
Todo muy interesante, la aportación de Panta me parece memorable. Ahora en frío me parece imposible contestar a todo el mundo.

Jesús, Antídoto, etc, como os podéis imaginar yo no lo veo como vosotros, pero esta es la gracia de la humanidad, que cada uno tiene su opinión y no se deja convencer fácilmente.

Gise, disfruto -dentro de mis posibilidades- justamente diciendo cosas raras :)

Un abrazo a todos/as.
nomesploraria ha dicho que…
Vale, canelons.
Al único agujero que me atrevo a entrar es al del metro
hombredebarro ha dicho que…
Hombre, es una putada ir diciéndole a los niños que los Reyes son los padres, sobre todo porque de esa forma se van a enterar también algunos mayores. La verdad y la mentira no tienen muchos límites definidos. la mentira a veces construye mejores cosas que la verdad y al revés. Lo importante, creo, es poder crear un mundo personal en el que las verdades y las mentiras se fortalezcan unas a otras. No quiero un mundo lleno de verdades y tampoco uno en el que todo sean mentiras. Pero prefiero uno en el que los niños crean en los REYES MAGOS.
igniszz ha dicho que…
Qué gran dilema! Ser o no ser, mentir o no mentir!
Creo que en los niños hay que explotar su imaginación y entusiasmo aunque sea con pequeñas mentiras. Lo malo no es la mentira, sino el daño que produce, y en este caso, la cara de júbilo que pone un niño con el asunto de los reyes y los juguetes es una droga para los padres que, queriendo olvidarse del resto del mundo real y cruel, por un momento también querrían ser niños y creer que es verdad.
Yo no dejo de sentirme hipócrita al pensar que también participo de ésta mentira y lo mires por donde lo mires no tiene por donde justificarse. Me lo tomo como un juego en el que nos divertimos todos.
Mi admiración por la postura de Animal de Fondo.
el objeto a ha dicho que…
me parece que hiciste bien transigiendo un poco, los niños tienen esos recursos tan suyos para encajar las cosas que vienen, mejor y a su manera

bon voyage!
el objeto a ha dicho que…
uy, si ya te fuiste y regresaste, es que ando despistá!
Bloggesa ha dicho que…
Yo creo que lo descubrí por mis propios medios, en el colegio. Jugaba a encontrar los regalos. Cuando mis padres supieron que lo sabía, hacía de paje de mi hermano.
¿Qué postura tomaría ahora, si tuviera hijos? Leyendo todos los comentarios, no lo había pensado y me han entrado dudas.
Alguien que aboga por la verdad verdadera ha hablado de magia, en un sentido negativo. También se habla de farsa, de mentira infame. No creo que sea así. Si se hace creer que son los Reyes Magos no es por hacerles daño o mentirles descaradamente, regocijándonos en su inocencia.
No creo que la fantasía o la magia sea mala en sí, y no estoy hablando de encantamientos y estupideces adivinatorias.
Aún así, no sé lo que haría. De todas formas, para mí será un problema menor. No pienso tener hijos.

Un abrazo.
Animal de Fondo ha dicho que…
Amiga Blogessa, como veo que la palabra magia tiene muchas acepciones distintas entre nosotros, intentaré explicarme un poco mejor; Claro está que quien utiliza con sus hijos a los Reyes Magos no tiene malas intenciones. A lo que yo me refiero es a que se puede hacer daño a pesar de eso.
Cuando uno nace, aterriza en un mundo que posee unas reglas de juego, que van desde la ley de la gravedad hasta las leyes de la supervivencia genética, pasando por una infinitud de reglas convenidas acerca de nuestras relaciones sociales, materiales y espirituales. En ese campo inmenso de facetas a descubrir es donde uno se moverá, con mayor o menor éxito, a lo largo de su vida. Pues bien, lo que yo defiendo es que si enseñamos a los niños, queriendo o sin querer, reglas que son falsas, no hacemos mas que entorpecer su desarrollo mental, que tiene, entre otras cosas, por objeto, saber utilizar los recursos que el mundo, donde incluyo la sociedad, les brinda. Igual que no sería sensato enseñarles las reglas del póker diciendo que los doses valen más que los ases, no es sensato mentirles acerca de las razones de nuestros afectos y de nuestros regalos. El motivo de que a los niños se les haga regalos es el amor paterno, no un capricho oriental. Los regalos son fruto del trabajo de los padres, no consecuencia de unas frases pronunciadas delante de una varita mágica. Y para colmo, me parece que la realidad siempre es mucho más bella que la ficción, y que la atención que pueda tener con nosotros otro hombre de carne y hueso, trabajador y falible, es más deseable que la que pueda tener cualquier Rey, sea de la realidad o de la ficción. Presentando a los niños unos reyes como de los que hablamos les introducimos en la mente muchos valores y conceptos que yo considero equivocados. El primero, que la palabra Rey pueda asociarse a la bondad desinteresada; el segundo, que haya distancias jerárquicas entre la humanidad, unos sobre los camellos y otros aplaudiendo; el tercero, que el amor pueda ser fruto de algo que está fuera de la luz de la razón en lugar de ser algo, como es, que necesita de mucho entendimiento y también de mucha voluntad. Con este engaño, junto con la bondad a plazo fijo de la navidad, se colocan pequeñas bombas de tiempo en nuestra mente, que nos harán admitir hechos inexplicables luego en nuestra vida. Si no se siembra en la mente de un niño la idea de milagro, es muy difícil hacerlo después en la mente de un adulto. Sin esas infiltraciones de la infancia, todo el mundo sería como Anatole France, que pidió en Lourdes, al ver la sala de las muletas, que lo llevaran a la sala de las piernas artificiales que, naturalmente, no existe. Desde que en el mundo se inventó que las sociedades tengan personas que no producen y que viven a costa del trabajo de los demás, y que pienso que fueron los primeros hechiceros y magos, se ha necesitado infundir en los que sí producen una inseguridad mental suficiente como para que estén dispuestos a alimentar a tales gurús. En resumen, aunque la vida en sí es muy sencilla, hay muchas fuerzas sociales empeñadas en enturbiarla para su interés propio y a costa de los demás.
Así que cuando me refería a magia, quería decir todo aquello que abre la posibilidad de la superstición en nuestras mentes. Y en cuanto a la verdad verdadera, pues sí, es lo que defiendo (por eso llamo por teléfono desde Yoigo ;-)). Y con muchísimo más énfasis en la infancia, ya que es sabido que en esa edad estamos indefensos en cierto sentido, por nuestra incapacidad de elaborar respuestas a muchos de los sucesos, todavía incomprensibles, que nos vemos obligados a abordar.
Y en cuanto a los hijos, he compartido tu postura muchos años, e incluso dije que de este agua no beberé y que este cura no era mi padre, pero ahora tengo tres niños.
Saludos.
jarta ha dicho que…
A Animal de Fondo:
¿Eres psiquiatra o psicólogo?
Mera curiosidad.
Animal de Fondo ha dicho que…
Amiga Antídoto esencial: no, no lo soy. Con mayor o menor éxito, lo que intento es pensar por mi cuenta.
Un compañero de colegio se hizo psicoanalista, y me contó que, cuando fue a la sociedad psicoanalítica internacional, con la intención de hacerse el psicoanálisis obligado para ellos, lo primero que le dijeron fue: Bueno, ¿tú que problema tienes?. Él se sorprendió hasta que su psicoanalizador le dijo: mira, ve al grano, que todos nos hemos metido en esto para resolver algo. Me parece que está divertido; además, seguramente es el mismo caso de todos los demás, yo incluido, claro ;-)
Bloggesa ha dicho que…
Gracias, animal de fondo. Tienes razón, había interpretado erróneamente eso de la magia.
Espero que mi comentario no lo hayas interpretado como una crítica. En realidad, estaba intentando ponerme en mi infancia, pensaba qué hubiera preferido de niña (en el fondo, porque creo que tienes razón).
Lamentablemente, no lo consigo. No recuerdo si sentí rabia o decepción al saber que me habían mentido. Supongo que un poco sí.
En todo caso, me parece admirable lo que has hecho, en serio.
Con lo de los hijos, no creo que cambie de opinión, pero, es verdad, no puedo decir que de esa agua no beberé.
Otro saludo para ti.
jarta ha dicho que…
Animal de fondo:
Preguntaba si eras psiquiatra o psicólogo por la seguridad que muestras a la hora de definir lo que es adecuado y lo que no lo es en el desarrollo de un niño. A pesar de que consideres que la realidad es mucho más bella que la ficción, y que la magia abre la posibilidad de superstición en las mentes tiernas de un crío, no deberíamos olvidar la importancia de lo representativo, de lo imaginativo en edades tempranas. A través de la ficción, el niño se enfrenta con sus deseos, preocupaciones y anhelos. Su imaginación es como un barómetro.
Yo no soy profesional de la salud mental; estudié tres años de psicología, lo que equivale a nada, pero tengo -como tu- mi propio criterio. Por eso dudo de que desde nuestra (tuya y mía, por ejemplo) capacidad de pensar por nuestra cuenta, seamos capaces de discernir si determinadas reglas "falsas" entorpecen el desarrollo mental de un niño o, (pensando también por nuestra cuenta) que seamos capaces de saber que quien utiliza a los Reyes Magos está haciendo daño, evidentemente inconsciente, a sus retoños.
Lo mejor es actuar con coherencia y, sobretodo, con un mínimo conocimiento de causa. Y creo que ni tu ni yo tenemos ese conocimiento...;)
Un abrazo.
frikosal ha dicho que…
Yo lo veo como Animal-de-fondo. Algunas partes de su texto me parece que las haya escrito yo. Pero transigí.
Anónimo ha dicho que…
En vuestra casa los Reyes Magos se han jubilido, a partir de este momento los niños deben escribir las cartas al ministro de economia, que también promete milagros, pero no hace nunca ninguno...

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