Virus
Ya era previsible, tarde o temprano tenía que tocarme a mi. En la anterior reunión de agrimensores, en Chile, los pendrive pasaban de ordenador a ordenador en una alegre prominscuidad informática que no podía dejar de tener consecuencias para la salud de mi portátil. Los últimos días que pasé en Valparaiso, además, tuve un problema con una tarjeta de memoria que decidió formatearse ella sola justo cuando estaba leyendo unas fotos que a mi me parecían muy interesantes. Ambos problemas es posible que estén relacionados, ya lo dijo acertadamente Occam con su entia non sunt multiplicanda praeter necessitatem (pero, a diferencia de un primo que fue alumno aventajado en los jesuitas, yo no hablo latín: dejémoslo en que no ha de presumirse la existencia de más cosas que las absolutamente necesarias; la explicación más simple suele ser la correcta. Y eso, dicho sea de paso, esto es un argumento fortísimo en contra de la barroca teología cristiana). En cualquier caso, aquí me tienen luchando ...